
Según el diario South China Morning Post, que ha tenido acceso a documentos del Gobierno de Pekín, el primer paciente contagiado con el coronavirus en China se registró el 17 de noviembre de 2019.
La OMS dice que el primer caso fue el 8 de diciembre y un informe publicado en la revista médica británica The Lancet por médicos chinos del Hospital Jinyintan de Wuhan, que trataron algunos de los primeros casos, habla del 1 de diciembre
Sea como fuere hace como máximo 4 meses que el microorganismo conocido como COVID-19, comenzó a infectar a seres humanos multiplicándose en las células de su primer anfitrión para después propagarse infectando a otras personas.
En estos momentos la situación ha evolucionado, la doctora Cao Wei del Hospital de la Universidad Médica de la Unión de Beijing ha dicho en una conferencia de prensa que la reincidencia de la epidemia de COVID-19 en China no constituye una gran preocupación en el marco de las actuales medidas de prevención y control.
Prevención y control son los mejores aliados con los que contamos para frenar la rapidísima expansión de este agente infeccioso que ha trastocado nuestra vida cotidiana convirtiendo nuestras ciudades en auténticos escenarios de película de ciencia ficción.
Acabamos de comenzar un periodo de aislamiento social que va a tener paralizadas nuestras vidas durante un período de tiempo que aún nadie puede determinar.
Durante el tiempo que se prolongue esta situación nuestras economías van a sufrir una dura prueba de resistencia porque a pesar de las posibles medidas que se tomen desde el estado no creo que vayan a “perdonarnos” la cuota de la hipoteca, la de la Seguridad Social, etc.
Está bastante claro que saldrán mejor parados de esta situación de privación o reducción de ingresos aquellas economías, familiares o empresariales, que dispongan de recursos económicos.
Cuando hablo de recursos económicos no me refiero personas o empresas que tengan ingresos muy elevados porque eso no es importante, me refiero a aquellos que hayan sido capaces de ir creando una reserva económica, es decir, que no hayan vivido al día siendo capaces de reservar una parte de sus ingresos para hacer frente a imprevistos.
Hoy hablo de contención y hoy sabemos que la contención, reducción o suspensión del trato social es el arma más efectiva que tenemos para detener este virus y hoy, sumidos en esta pandemia, constatamos que la contención en el gasto ha situado a quienes la han venido practicando en mejor lugar para soportar esta crisis.
Hoy quiero decirte que puedes contar conmigo y con el resto del equipo de SEL-DEK estamos a tu disposición para ayudar en lo posible proporcionándote información, resolviendo tus consultas o apoyándote para que tu puedas alcanzar una vida aún mejor.
En SEL-DEK trabajamos ayudando a otras personas para que puedan vivir más tranquilos, puedan darles a sus hijos la mejor educación, en definitiva, para que con nuestro apoyo consigan vivir un poco mejor cada día.
Somos profesionales independientes y trabajamos todos los días con un objetivo, mejorar la situación económica de las personas que nos piden ayuda.